viernes, 10 de abril de 2009

VIERNES SANTO


Creo en Dios, aunque muchos vivan como si estuviera muerto,
en el Dios que está donde alguien agoniza,
que pasa hambre, grita o muere a la intemperie.
Creo en el Dios Padre-Madre,
que no se cansa de aguantar a quien manipula, explota o asesina.
Creo en el Dios que es Amor,
y no entiende de revanchas ni de odios,
es Paz, y no quiere guerras,
es Libertad, y le duelen las cadenas y grilletes,
es Ternura, y le estremecen los gritos y las lágrimas.
Creo en el Dios de Jesús,
que hace renacer la vida
donde el ser humano fabrica una cruz o erige un calvario.
Creo en Jesús de Nazaret,
que nunca pactó con el poder y el dinero,
amó la verdad, aborreció la hipocresía,
se hizo amigo de cojos y ciegos y ajusticiados,
de los que no tienen voz,
de los que acusan y denuncian
la mala conciencia de mercaderes y políticos.
Creo en Jesús, que muere cuando un hombre mata,
que pasa hambre, cuando un niño no tiene pan,
que sufre soledad en el anciano abandonado,
que es condenado en el inocente atropellado en su derecho,
que grita y que llora, que reivindica y denuncia,
allí donde un ser humano reclama amor,
dignidad, derechos, justicia.
Creo en Jesús, que muere y resucita cada mañana,
donde alguien se juega el tipo
por quien está humillado.
Creo en quienes viven y mueren como Jesús,
en quienes aman y perdonan como Jesús,
en quienes hacen de su vida servicio, como Jesús.
Creo que entregar la vida es encontrar la Vida,
la que no muere,
la que merece la pena.

No hay comentarios: